Stiletto significa daga, una especie de pica hielo muy afilado, de allí que escogieran este nombre para denominar a los zapatos de tacón muy alto, tan delgados como una aguja y con la punta cubierta de metal. En pocas palabras -utilizados con habilidad- toda una arma blanca, letal y llena de sofisticación.
Para
los amantes del pie femenino son un fetiche, para los
menos expertos un zapato que resalta la figura femenina y
acentúa con gracia las curvas de la mujer. La razón de
tanta magia es que, además de aportar varios centímetros
de altura a la anatomía, sus delgados y altos tacones obligan
a que se forme un arco en la espalda femenina que obliga a que el
pecho sobresalga y el “derriere” quede ligeramente
empinado hacia atrás.
El
stiletto nació en la década de los cincuenta y su diseño
se le atribuye a los legendarios fabricantes de zapatos
franceses Roger Vivier y Charles Jourdan, sin olvidar el
notable aporte de los maestros italianos, Andrew Perugia y
Salvatore Ferragamo. No hay que olvidar que este estilo
de zapatos rescató a las mujeres de aquellos toscos y poco
femeninos modelos tan populares durante la década de los
cuarenta.Los zapatos son uno de los accesorios
femeninos más atractivos y versátiles de la moda. Hoy en
día existen varias versiones del modelo original, por
ejemplo el pump, el slingback y las strappy sandals.
Nota publicada en Tacon Zapatos